Muchos dicen que los partidos importantes, donde se ponen en juego cosas como un ascenso o campeonato, son encuentros especiales (en cuanto al juego). Tienen cierta característica en lo deportivo, generalmente con mucha fricción y "calientes".
En cancha de Vilelas, el sábado 23 el local jugaba el partido de ida contra Lujan por uno de los ascensos directos a la primera categoría de la Liga Chaqueña de Fútbol. Si bien el encuentro terminó empatado, se jugó como uno de los partidos ya aclarados más arriba, y no sólo en el campo de juego, sino también en las tribunas.Llegando a la cancha ya se podían escuchar trompetas, bombos, redoblantes y otros instrumentos de percusión; dando a entender que las emociones pasarían también en los "tablados".
Una vez adentro, se confirmó la teoría: Ambas parcialidades le dieron calor, color, sonido y humor al partido hasta el final del mismo.
Es realmente destacable el aliento de ambas tribunas en esta tarde, y todavía más salvable es el hecho de que no hayan ocurrido agresiones entre ellas, más allá de los "bardeos" clásicos, que forman parte del denominado "folclore"; que no tiene por qué ser algo más que eso, y pasar a la violencia injustificada entre las personas.
Esperemos que el partido de vuelta tenga aún más gente, ruido, banderas, papeles picados, etc., pero siempre entendiendo que es para motivar a los jugadores, y no para violentar y luego lamentar la tarde.
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